..."Dioses Planetarios"
La agitación y trepidación precedentes a cataclismos terrestres, la destrucción y desesperación que los acompañó y el horror de una posible repetición, todo ello causó una variedad de reacciones, cuya base era una necesidad de olvidar, pero ala vez, la urgencia de emular. Los astrólogos y observadores de estrellas, así como los adivinos, auguraron; los conquistadores se excedieron en su desenfrenada y cruel devastación, invocando e imitando modelos planetarios. Los profetas y videntes exhortaron y los sacerdotes propiciaron.
La astronomía se convirtió en la ocupación predominante de los sabios del pasado en México, en Asirio-Babilonia y en otras partes, precisamente a los sucesos cataclísmicos que tuvieron lugar. La astrología se interesó principalmente en las posiciones relativas de los planetas y en sus conjunciones. Durante el primer siglo de nuestra era, el historiador griego Diódoro de Sicilia, después de asentar que los caldeos aseguraban que los planetas varían en sus velocidades y periodos de tiempo, dice: “estas estrellas ejercen la máxima influencia tanto para el bien como para el mal, sobre la natividad del hombre, y es primordialmente de la naturaleza de estos planetas y su estudio, que ellos saben lo que hay reservado para la humanidad”
Esta aseveración es hasta cierto punto correcta, porque fueron los encuentros con otros planetas los que trajeron grandes cambios para la humanidad y todo ser viviente en este planeta. Pero la verdad de la creencia de los caldeos a las conclusiones equivocadas, no hay sino una corta distancia.
Puesto que los planetas en sus diferentes encuentros originaron el diluvio, huracán, conflagración, tsunamis, destrucción de animales y aparición de nuevas plantas, el hombre pudo con toda facilidad concluir que la “influencia” era resultado del carácter especial de un planeta, el cual, por tanto, debe ser aplacado. De este modo se originó la religión con la adoración de los cuerpos astrales.
Lo mismo ocurrió con la arquitectura, con la construcción de grandes templos: el Partenón, edificado en honor de Atenas y el templo de Zeus, del cual solo unas cuantas grandes columnas quedan en pie en Atenas, Grecia; los templos a Júpiter en Ballbek y a Amón, que era Júpiter, en Karnak, y a las varias deidades del pasado, todos ellos dioses astrales. También la ingeniería nació como resultado de las catástrofes, porque las grandes pirámides de Egipto (que es la proeza de ingeniería mas grande del pasado), fueron, según mi entender, refugios reales contra la posible repetición de sucesos catastróficos, ya que la tradición mexicana dice que las pirámides se construyeron como recordatorio de la desaparición de Mu (La Atlántida).
La guerra organizada tiene su inspiración en el mismo terror. Cuando los reyes asirios marchaban a la guerra, comparaban la destrucción de sus actos con la devastación causada por las deidades astrales en la época de los cataclismos.
Así, puesto que muchas generaciones constataron el pandemonio de una aparente teomaquia o batalla de los dioses planetarios, no era sino natural que los pueblos de la tierra tomaran bandos: el adorar a todo el panteón simultáneamente era ilógico; pero venerar a una deidad o deidades planetarias seleccionadas, significaba incurrir en la cólera de los dioses opuestos. Por lo que este dilema constituye una razón más para el desequilibrio mental del hombre y de las naciones.
La astronomía se convirtió en la ocupación predominante de los sabios del pasado en México, en Asirio-Babilonia y en otras partes, precisamente a los sucesos cataclísmicos que tuvieron lugar. La astrología se interesó principalmente en las posiciones relativas de los planetas y en sus conjunciones. Durante el primer siglo de nuestra era, el historiador griego Diódoro de Sicilia, después de asentar que los caldeos aseguraban que los planetas varían en sus velocidades y periodos de tiempo, dice: “estas estrellas ejercen la máxima influencia tanto para el bien como para el mal, sobre la natividad del hombre, y es primordialmente de la naturaleza de estos planetas y su estudio, que ellos saben lo que hay reservado para la humanidad”
Esta aseveración es hasta cierto punto correcta, porque fueron los encuentros con otros planetas los que trajeron grandes cambios para la humanidad y todo ser viviente en este planeta. Pero la verdad de la creencia de los caldeos a las conclusiones equivocadas, no hay sino una corta distancia.
Puesto que los planetas en sus diferentes encuentros originaron el diluvio, huracán, conflagración, tsunamis, destrucción de animales y aparición de nuevas plantas, el hombre pudo con toda facilidad concluir que la “influencia” era resultado del carácter especial de un planeta, el cual, por tanto, debe ser aplacado. De este modo se originó la religión con la adoración de los cuerpos astrales.
Lo mismo ocurrió con la arquitectura, con la construcción de grandes templos: el Partenón, edificado en honor de Atenas y el templo de Zeus, del cual solo unas cuantas grandes columnas quedan en pie en Atenas, Grecia; los templos a Júpiter en Ballbek y a Amón, que era Júpiter, en Karnak, y a las varias deidades del pasado, todos ellos dioses astrales. También la ingeniería nació como resultado de las catástrofes, porque las grandes pirámides de Egipto (que es la proeza de ingeniería mas grande del pasado), fueron, según mi entender, refugios reales contra la posible repetición de sucesos catastróficos, ya que la tradición mexicana dice que las pirámides se construyeron como recordatorio de la desaparición de Mu (La Atlántida).
La guerra organizada tiene su inspiración en el mismo terror. Cuando los reyes asirios marchaban a la guerra, comparaban la destrucción de sus actos con la devastación causada por las deidades astrales en la época de los cataclismos.
Así, puesto que muchas generaciones constataron el pandemonio de una aparente teomaquia o batalla de los dioses planetarios, no era sino natural que los pueblos de la tierra tomaran bandos: el adorar a todo el panteón simultáneamente era ilógico; pero venerar a una deidad o deidades planetarias seleccionadas, significaba incurrir en la cólera de los dioses opuestos. Por lo que este dilema constituye una razón más para el desequilibrio mental del hombre y de las naciones.
y tu conclusion cual es?
Posted by aleharo | 2:51 p.m.
Ahi esta la conclusion, es obvia, sino la vez es tu problema
Posted by Divagante | 7:50 p.m.
estoy de acuerdo con jmla, bajale de webs compa
Posted by dogomoreno | 2:24 p.m.
jawd. feo :P jajaja
Posted by aleharo | 3:05 p.m.
Mil perdones Aleja :D
Posted by Divagante | 1:15 p.m.