La hora de la marmota

Parte 1

Es muy interesante como evolucionan las relaciones sociales entre los seres humanos. Es un proceso que ocurre a cada momento y tomamos con naturalidad; y cuando el cambio da un salto significativo es cuando lo notamos.

Por ejemplo cuando nos dejamos de llevar con nuestro mejor amigo o cuando empezamos a querer a una persona, o cuando sentimos amor, etc. Son relaciones sociales que se van formando poco a poco, sin embargo esto no se percibe, hasta que ya queremos a la persona o que ya no somos su amigo.

En esta ocasión voy a analizar que elementos generales influyen entre dos seres humanos para que fortalezcan sus relaciones sociales hasta llegar a una profunda amistad.

El primer elemento fundamental para que se inicie una relación social que conlleve a la amistad es tener ideas similares. No me refiero a que las dos personas tienen que pensar igual o tener los mismos gustos, si no que tengan algo en común hablando en términos muy generales. Por ejemplo si el sujeto A es judío y el sujeto B es ateo, esto no significa que no puedan surgir lazos sociales fuertes entre ellos, ya que la religión viene ser el elemento más particular, mientras que el elemento general es que ambos comparten una religión poco común (en el caso de México). Siguiendo el ejemplo anterior, si el sujeto A y el sujeto B les gusta exponer sus puntos de vista, siempre tratando de convencer el uno al otro, entonces también tienen en común el gusto por el dialogo y esto fortalece mucho más su relación.

La relación se fortalece ante estas situaciones. Si comparten la misma opinión respecto a algún asunto en particular, es también muy útil, pero es más útil si esta opinión es contraria a las otras personas. Este tipo de contextos fortalece más la relación, donde se sienten identificados como únicos o diferentes a todo un grupo social que los rodea.

Con toda esta explicación lo que quiero decir es que no es cierto que polos opuestos se atraigan. Se puede pensar esto, cuando solo se ven las particularidades, como cuando se dan casos como el que he mencionado anteriormente, pero aunque los sujetos A y B tengan diferentes religiones, comparten ideas más generales que hace que surjan vínculos sociales entre ambos.

Otro elemento es el tiempo. Las relaciones llevan tiempo para irse tejiendo poco a poco, entre más tiempo pasan juntas dos personas mayor es el la intensidad de su lazo social. Sin embargo lo importante es el contacto físico. Observarse, ver sus gestos, eso crea un ambiente propicio de confianza y de conocimiento hacia la otra persona. Con el paso del tiempo esto da cabida a mayor interés en la vida de la otra persona, esto esta relacionado con la forma que tenga de reaccionar el compañero ante situaciones similares y por lo tanto se convierte en un soporte, en una segunda opinión, que sirve para tener una visión externa.

Llegado a este punto se comienza a sentir un apego que comúnmente se llama aprecio, esta apreciación que se siente por la persona es resultado de una sensación de deuda, que crece conforme se utiliza más a la persona como soporte. Ante se trata de corresponder de igual manera, dando origen a una relación muy solidificada.
Esta descripción de las relaciones sociales explica una idea general de cómo surge la amistad entre dos seres humanos, sin embargo no puede aplicarse a particularidades, es simplemente un modelo ideal. Posteriormente analizaré más a fondo esta relación social tan compleja e interesante, así como otras relaciones sociales, ya que esto ha sido tan solo un inicio.